sábado, 19 de mayo de 2012

Carta de un médico al director de EL PAÍS

"Trabajo atendiendo a personas con infección por el VIH en un hospital público. De los 1.000 pacientes bajo mi cuidado, unos 150 son inmigrantes. Ni uno solo ha hecho turismo sanitario, y la mayoría no sabían que estaban infectados cuando dejaron su país en busca de un trabajo con el que ganarse la vida, o se han infectado estando en nuestro país.

Muchos de ellos perderán la tarjeta sanitaria y su tratamiento antirretroviral en agosto si se cumple lo anunciado por la señora ministra. Serán los elegidos para morir por el bien de los españoles.

Ahorraremos algo de dinero de nuestras maltrechas cuentas dejándoles morir, pero no nos importará porque son ilegales. No lo merecen. No existen. Pero yo conozco sus nombres y sus caras y cuando me despida de ellos en la consulta sabré que soy parte de la hipocresía de una sociedad donde el derecho a la vida es solo para algunos. ¿Qué sentirá un político tomando decisiones que suponen la muerte de personas en aras de un bien supuestamente superior, como es la reducción del déficit? Espero no estar nunca en su pellejo."
— Federico Pulido Ortega

lunes, 14 de mayo de 2012

Educar en tiempos revuelto II

El otro día recomende el libro de Juan Ballesta, "Educar en tiempos revueltos: crónicas sobre la realidad educativa", y hoy os dejo unas cuantas frases que me han llamado la atención de este libro.

“La sociedad que no cuida sus escuelas, que no mima a sus docentes,  a la larga, las paga con creces.”

“Docentes de calidad para una educación de calidad.”

“¿Quien se ocupa de la mejora laboral y profesional de los docentes?”

“Estamos anclados en una visión monótona de la educación que se propone más demostrar que cada uno está en su sitio, aunque en el fondo el personal este desmotivado, necesitado de una mejora para funcionar o sentirse protegido ante las cien mil realidad que se plantean en la comunicación educativa”.  

“La teoría se sabe, ahora bien, la práctica para resolver estos problemas escasea”.

La educación encierra un tesoro; pero, sin duda, habrá que redescubrirlo entre la maleza y tanta mala hierba que ha crecido a nuestro alrededor”.

“Necesitamos más formación para poder defendernos de la ignorancia y de la desinformación, de la telebasura y de sus predicamentos. Tenemos la convicción de que necesitamos levantar el vuelo lo antes posible, no es conveniente dejarlo para mañana, pues quizás ya sea demasiado tarde”.

“Hay que establecer enlaces que nos traerán una mejora de la formación personal del alumnado, de las familias, de los docentes…, de los muchos usuarios que están en la calle, en el trabajo o en cualquier lugar del mundo”.

domingo, 13 de mayo de 2012

Unidad didáctica interactiva

Aquí dejo el link de mi primera unidad didáctica aceptada por SMART Exchange.
"CONOCEMOS EL MAR", es necesario que los niños no asocien solo el mar con las vacaciones, sino que también conozcan algunos de los animales que viven en él, y los medios de transporte en los cuales se puede viajar por el mar o para llegar a él.

http://exchange.smarttech.com/details.html?id=4b7f6938-c102-4112-93cb-a25dbfe50b52

Educar en tiempos revueltos

La sagacidad y reflexión que el autor proyecta en estos magníficos artículos periodísticos nos acercan a este mundo tan venerado y difícil a la vez, como es la Educación.
El optimismo que transmite Javier Ballesta en sus artículos concede una tregua al desánimo continuo que abunda en los pensadores, columnistas, ciudadanos y hasta en los propios enseñantes. Sus escritos se convierten en un acicate para seguir luchando por la verdadera y lábil educación, en una esperanza ante tiempos convulsos que nos deparan noticias extraordinarias y extremas de nuestra cotidiana enseñanza, denostada, difamada por expertos y por quienes carecen de experiencia en este digno oficio.
A pesar del grito desgarrador pidiendo el aprecio y valor al docente, se atisba un rayo de esperanza, puesto que en muchos de sus artículos pide de un modo insistente puntos de encuentros entre todos los sectores de la comunidad educativa.
La selección de los 43 artículos se encuentra dividida en cinco partes cuyos títulos hablan por sí mismos:
En la primera parte, La difícil convivencia, Javier Ballesta anima a los docentes a poner la educación, como “herramienta poderosa en funcionamiento”, aunque “sigamos esperando que la Administración, la Inspección, los consejeros, los políticos nos den la solución”.
El autor no olvida la soledad que siente el docente, amordazado y amenazado, por quienes deberían ser ensalzados: las familias. Y como asevera abiertamente Javier ballesta “La sociedad que no cuida sus escuelas, que no mima a sus docentes, a la larga, las paga con creces”.
Para él los padres buscan en los centros que las cosas funcionen bien, que hayan pocos o mejor ningún inmigrante, que no haya conflictos en las aulas y que el horario sea amplio para poder sufrir menos a sus retoños. No les importa lo más mínimo la metodología empleada, ni los proyectos del centro, ni los proyectos de investigación y de innovación, porque no es fundamental en la educación de sus hijos.
La segunda parte, Maestros para la vida, Javier Ballesta incide en los malos tiempos que les ha tocado vivir a los docentes, añorando épocas de veneración, erudición y de respeto por parte de todos. Porque, además de enseñar y educar, deben llenar las lagunas que dejan muchas familias en la educación de sus hijos, a fuerza de presiones políticas y burocráticas que logran que estos profesionales ocupen el lugar y las funciones que no les corresponden.
Uno de los grandes protagonistas de la enseñanza es y debe ser el docente.
No se desalienta el autor ni deja de encumbrar la labor del educador, ambicionando una sociedad que “mima a sus maestros y los respeta” para lograr alcanzar en el alumnado una maduración como ser humano.
En la tercera parte, Más allá de los muros de la escuela, no le tiembla el pulso a Javier Ballesta para denunciar la desastrosa situación en la que se encuentran las instalaciones de los centros, el uso político que se hace de la educación, las promesas electorales, casi siempre incumplidas...
Su censura hacia la diferenciación de centros concertados sin apenas emigrantes, ni gitanos, frente a los centros públicos que albergan y acogen a todos los alumnos de cualquier situación económica, social o étnica no puede considerarse ineficaz o fútil; debe despertar a la Administración, al colectivo de docentes, a esos sindicatos, no todos, que miran para otro lado, en pro de una equidad justa.
La cuarta parte de la obra se titula La universidad debe cambiar.
Por último, la quinta parte lleva por nombre Los medios también son culpables. Ballesta incide en la “caja tonta” que nos atrapa de lleno con programas como Física o Química, Compañeros, etc.; de ahí que sean nuestros nuevos libros de caballería. No obstante, para el autor hay todavía un grado más de zafiedad en la televisión: la telebasura. (GINÉS LOZANO JAÉN Universidad de Murcia).

Libro recomendado a todo el mundo: padres/madres, profesores y alumnos.