martes, 7 de febrero de 2012

¿Quién dijo que el mundo fuera justo?

Lo más destacado del vídeo, en mi parecer, es la parte en la que dice que “la creatividad es tan importante en la educación como saber leer, escribir, las matemáticas, etc.” Vivimos en un país, bueno en un mundo, donde lo más importante en la educación es ser más listo y sacar mejores puntuaciones que el de al lado para tener un premio final, las notas, que marcará el trascurso de nuestra trayectoria profesional. Si tienes un 10 podrás ser médico, ingeniero… pero si tienes un 6 solo podrás acceder a carreras de “menor importancia social”, un ejemplo de ellas es nuestra carrera, magisterio infantil. Me gustaría saber, quién decide que medicina es una carrera de 10, que no digo que no lo sea, y que magisterio es una de 5 o 6, quién dice que nuestra carrera sea fácil, o que derecho es más sencillo que alguna ingeniería. Parece ser que las carreras con menor puntuación son las más vocacionales, con algunas excepciones claro, pero quien va a ser profesora si no soportas a los niños, o quién va a estudiar filosofía si no es porque le guste mucho, o quién estudiaría historia, matemáticas, derecho…si no es porque sienten vocación por esa profesión.
Por otro lado, también destacaría la frase de:”los niños no tienen miedo a equivocarse”, con la cual estoy totalmente de acuerdo. Si te fijas bien, los niños no tienen miedo a nada, por ejemplo tienen un juguete nuevo que no saben cómo funcionan y tocan todos los botones, lo mueven de todas las maneras posibles y no les importa no acertar a la primera o que los mayores se rían de ellos porque no saben cómo funciona ese juguete, ellos lo intentan y no paran hasta conseguirlo. ¿Por qué los mayores no tomamos ejemplo de ellos? ¿Por qué nos da vergüenza equivocarnos con algo? Es que acaso nunca nadie se ha equivocado con nada, estoy segura de que los humanos cometemos más errores de los que realmente somos conscientes. Un ejemplo de ello es el descubrimiento de la penicilina, todo ocurrió cuando Alexander Fleming se dejó una placa de un cultivo con la bacteria del estafilococo en la mesa de su laboratorio y se fue durante dos semanas de vacaciones, a su vuelta comprobó que el cultivo se había contaminado con un hongo que impidió que creciera la bacteria. Había descubierto el antibiótico. Por ello deberíamos empujar a los niños a equivocarse, esa es la mejor manera de que acaben haciendo las cosas correctamente.
Posiblemente los peores errores de nuestra vida, son los que no cometemos.
Por último, ¿qué lugar ocupan las artes en nuestro sistema educativo? Antes de todo creo que deberíamos preguntarnos ¿qué es el arte?, nadie lo sabe porque es un concepto que se está extendiendo tanto que si una definición lo que intenta es acotar los límites del concepto que intenta definir, difícilmente podrá conseguirlo si el objeto de su limitación está tan expandido que no sabe dónde empieza y dónde acaba. Por ello, ¿no se llama arte cuando un jugador de fútbol realiza unos toques impresionantes, o cuando un cantante tiene una voz espectacular, o incluso cuando alguien es un genio de las matemáticas o de la física?… ¿no creemos que tengan arte para ello? Entonces porqué no se le da la misma importancia a todos los palos que pueda tocar el arte, posiblemente saber bailar, cantar, tocar un instrumento o pintar son unas habilidades que no todo el mundo puede realizar. Me explico, es fácil aprender a sumar, a restar o multiplicar; también lo es aprender a leer, saberse los verbos y sus conjugaciones o qué es una metáfora; pero no es tan sencillo aprender a cantar o aprender a tocar cualquier instrumento y ahí es donde creo que está el problema. Pienso que la sociedad o más bien los políticos creen que cuando se tiene “arte” es porque se ha nacido con un “don” y por ello quien quiera dedicarse a “ese don” deberá realizarlo por su cuenta, cosa que me parece totalmente injusta. Pero...¿quién dijo que el mundo fuera justo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario